viernes, 17 de diciembre de 2010

El pie diabético

En los casos en los que la Diabetes no se controla como corresponde puede resultar uno de los problemas más conocidos resultado de la enfermedad, el llamado pie diabético. 

Cuando se dan muchos episodios de hiperglucemias, es decir, en los que el nivel de azúcar en sangre es superior al normal, se corre un mayor riesgo de que, con los años, se dañen los nervios y vasos sanguíneos. 

Este daño en las terminaciones también puede afectar a las arterias periféricas y los nervios del pie, lo que puede desencadenar una infección, una úlcera, o, en casos más graves, una gangrena. 



El primer síntoma que puede observarse en el caso del pie diabético es la pérdida de sensibilidad en los miembros inferiores, de modo tal que no se sienta tampoco si se produce una pequeña cortadura o golpe. 

Y aquí es donde más atención hay que prestar: cualquier traumatismo puede empeorar si no se trata y puede llevar a una infección, como se dijo, o a una úlcera. 

Es decir, que el mayor problema radica en que como los pacientes con pie diabético no sienten dolor ni molestias, si hay lesión puede pasar desapercibida, y al tener daños en los vasos sanguíneos, los pies no reciben suficiente sangre ni oxigeno para curar, lo que puede terminar en una complicación mucho mayor. 

Hay dos puntos esenciales en el diabético para prevenir este trastorno: mantener el nivel de glucosa en sangre lo más controlado posible, y una buena higiene de los pies.

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