miércoles, 2 de marzo de 2011

Diabetes: alimentación y estilo de vida

El azúcar, ese preciado combustible. Para entender la diabetes, es conveniente recordar que la energía indispensable para la vida de nuestras células proviene de los alimentos y la encontramos en 2 formas:


  • Hidratos de Carbono: los encontramos en forma de Azúcares Complejos conocidos como almidones -presentes en cereales, arroz, pastas, leguminosas, frutas y verduras- y Azúcares Simples tales como la glucosa y la sacarosa (azúcar de mesa), fructosa (en la miel).
  • Grasas: conocidas como triglicéridos, provenientes de las grasas que contienen las carnes, fiambres, embutidos, cremas, aceites, margarinas y mayonesas.
El azúcar en la sangre constituye nuestro principal combustible de funcionamiento. Así como la nafta, permite que un automóvil se mueva, el azúcar de la sangre, denominada glucosa, nos lo permite a nosotros. Esta glucosa se distribuye por todo el cuerpo y finalmente penetra al interior de las células para que pueda ser utilizada. El paso de glucosa hacia el interior de las células, es llevado a cabo por la acción de la hormona insulina, producida por el páncreas, uno de los órganos cercanos al intestino.
En las personas con diabetes, el páncreas no produce insulina o esta hormona no cumple bien su función, y es por ello que aumenta el contenido de glucosa en la sangre (glucemia), al mismo tiempo que disminuye dentro de las células. Dicho de otra manera, la diabetes se caracteriza por una escasa, lenta o nula utilización del azúcar de la sangre.

La hiperglucemia (aumento de la glucemia) es una característica de la diabetes no controlada, y con el tiempo produce importantes lesiones en muchos sistemas orgánicos, y en particular en nervios y vasos sanguíneos, ya que el azúcar se "pega" en los tejidos, depositándose silenciosamente durante meses o años antes de producir alguna molestia.
El azúcar en exceso se traduce en un envejecimiento acelerado, predisponiendo a una arteriosclerosis en adultos jóvenes y comprometiendo varios órganos el cuerpo: ojos, riñón, corazón, etc.
Volviendo al ejemplo del auto, sería como llenar el tanque de nafta sin que la manguera que la lleva al motor funcione. Pasado un tiempo, el motor comenzará a detenerse, mientras que la nafta rebasará el tanque, ensuciándolo todo. En esta hipotética comparación, la insulina vendría a ser la “manguera” transmisora, la hormona que regula el paso del azúcar desde la sangre a las células.

La importancia de una sana alimentación

Una alimentación sana está íntimamente vinculada a la situación socioeconómica y niveles de acceso a la educación de las familias. Los alimentos como la carne, la leche, la fruta y la verdura son más caros que un pedazo de pan, una gaseosa o golosinas, que matan el hambre pero no alimentan. Quienes consumen este tipo de alimentos son más propensos a contraer diabetes. Tipo 2, cuya aparición era común entre las personas mayores, ahora se desarrolla también a partir de los 8-10 años de edad en niños con Obesidad. Es necesario generar conciencia en la comunidad sobre los efectos de una mala alimentación y sus consecuencias.

Los niños y adolescentes que la presentan necesitan controles y cuidados especiales en todos los lugares a los que asisten, es decir, la escuela, el club, los recitales, los boliches.
La diabetes infantil puede causar a largo plazo, si no es tratada debidamente, pérdida de la visión, infarto, hipertensión arterial, derrame cerebral, lesiones en los pies, impotencia sexual e insuficiencia renal.

Prevención de la Diabetes y estilo de vida

Si bien todavía no es posible prevenir la diabetes Tipo 1, permanece como un objetivo para el futuro. Se puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes Tipo 2 a través de los cambios de estilos de vida sostenidos, tanto de la alimentación como en la actividad física habiendo sido demostrado por numerosas investigaciones, entre ellos el Estudio Finlandés de Prevención de Diabetes donde los cambios en los estilos de vida han sido más efectivos que el uso de medicamentos.
Alcanzar y mantener un peso corporal normal y realizar al menos 30 minutos de actividad física regular -de intensidad moderada- la mayoría de los días, son medidas comprobadamente eficaces.

Fuente: www.diabetes.org.ar

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