miércoles, 20 de julio de 2011

Necesario, cambiar estilo de vida para evitar enfermedades

Tijuana.- Debido a que las estadísticas afirman que la diabetes ocupa el primer lugar en enfermedades crónico-degenerativas no transmisibles y que la obesidad fue promulgada como la número uno en México, integrantes del Colegio de Médicos Generales de Tijuana (Comegeti) realizaron una sesión sobre estos dos temas y su tratamiento no farmacológico. 

Lo anterior lo dio a conocer Luis Martínez Padilla, miembro del Colegio de Médicos Generales de Tijuana, e indicó que recientemente la Asociación Americana para el Diagnóstico y Tratamiento de Diabetes liberó un protocolo de tratamiento que hace énfasis en cambios en el estilo de vida para la disminución de glucosa que incluye una constante actividad física y una adecuada alimentación.

Al respecto, mencionó que la diabetes y la obesidad son enfermedades difíciles de separar y que por lo tanto es necesaria la aplicación de un tratamiento basado en cambios en el estilo de vida conjunto al tratamiento medicamentoso que usualmente se utiliza en pacientes diabéticos por parte de los médicos, así como la educación de los pacientes en la cultura de la actividad física.

Destacó que para que el tratamiento resulte efectivo, los pacientes deberán realizar actividad física por al menos 45 minutos todos los días y ser conscientes de las terribles consecuencias que el descuido de la alimentación y el sedentarismo podrían traer a sus vidas.

De no hacerse el tratamiento medicamentoso en conjunto con los cambios en el estilo de vida, los pacientes que sufren de diabetes y obesidad podrían sobrellevar de enfermedades renales, amputaciones e incluso ceguera, así como infartos que los conducirían a la muerte o en el mejor de los casos parálisis, enfatizó Luis Martínez Padilla.

Por otro lado, señaló que existe una estrecha relación entre el porcentaje de gente que no hace actividad física y el porcentaje de muertes que se dan a causa de enfermedades del corazón en pacientes diabéticos, por lo que parece indispensable promover este tipo de tratamientos para la prevención de complicaciones cardiovasculares.

Por último, recomendó que estos cambios de estilo de vida sean promovidos ampliamente desde el punto de vista médico hasta el punto de vista legislativo, y enfatizó la importancia de que los padres de familia sean más cuidadosos en cuanto a los alimentos que ingieren sus hijos.

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