Actualmente, en el Hospital Infantil hay 40 niños y niñas quienes padecen diabetes tipo 1, la cual es una enfermedad de por vida, pues no existe tratamiento ni fórmula mágica para acabar con ella.
Los niños pueden controlarse y vivir bien.
El monitoreo continuo, llevar un plan de alimentación y realizar ejercicio son tres pasos básicos para el buen manejo de un paciente con diabetes, sin dejar de mencionar el acudir a sus revisiones.
Muchas veces los niños no se acostumbran a vivir con diabetes y dejan de acudir con el médico a sus revisiones, lo cual significa que pueden prever alguna complicación o enfermedades asociadas con este mal.
La doctora explicó que tal padecimiento acarrea otras enfermedades. Una buena parte de niños sufre hipotiroidismo o enfermedad celiaca que es un trastorno que hace que su cuerpo reaccione al gluten, un tipo de proteína que se encuentra en muchos alimentos. Cuando estas personas comen gluten, la reacción del sistema inmune a la proteína erosiona y destruye gradualmente las vellosidades del intestino delgado. Cuando se dañan las vellosidades, el cuerpo no puede procesar las vitaminas, los minerales y otros nutrientes que necesita para mantenerse saludable.
Entre las complicaciones asociadas a la diabetes están las alteraciones oftalmológicas, la microalbuminuria que es cuando el pequeño empieza con la eliminación por la orina de pequeñas partículas de proteína.
Una detección temprana evita una complicación renal.
Síntomas.
* Poliuria: orinar mucho y muy seguido.
* Polidipsia: tener mucha sed y beber abundantes líquidos.
* Polifagia: tener mucha hambre.
* Pérdida de peso y cansancio a pesar de comer más.
También se pueden presentar otros síntomas menos comunes como: piel reseca o escamosa, alteraciones visuales, infecciones frecuentes en la piel, vías urinarias o genitales y lesiones de difícil cicatrización.
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