En México, es común que las personas acudan al especialista 4 a 7 años después de padecer diabetes, cuando ya afectó algún órgano. Es decir, el 20% de los pacientes presentarán alguna evidencia de complicación microvascular como la neuropatía, nefropatía y retinopatía diabética.
La diabetes mellitus la padece el 14% de los mexicanos en edades entre los 20 a 69 años, es decir más de 7 millones y medio de personas, lo que significa que la mayoría de quienes la sufren son personas en edad productiva.
La mayoría de la población no se alimenta de forma equilibrada. Su dieta está basada en grandes cantidades de productos altos en grasas y carbohidratos, al mismo tiempo que prevalece el sedentarismo.
Las personas con diabetes deben llevar una alimentación suficiente, completa, variada, segura y equilibrada, darle prioridad al consumo de vegetales, legumbres frutas, y de forma moderada los diversos tipos de alimentos como el arroz, pan o tortillas que brindan energía; una ración de proteínas que incluya carne, preferentemente blanca como el pescado; y una ración de vitaminas y minerales principalmente en frutas.
Desafortunadamente la dieta moderna, donde la base fundamental son alimentos procesados con un escaso valor nutricional, carentes de fibra y con alto contenido en grasas saturadas, junto a una baja ingesta de frutas y verduras, han hecho que la dieta no aporte los nutrientes que el organismo necesita para cumplir adecuadamente con todas sus funciones.
Esto se hace más grave en el paciente con diabetes, ya que por lo general para poder mantener niveles adecuados de glucosa en sangre, los pacientes especialmente mal controlados, tienen que someterse a rigurosos planes de alimentación que se traducen en una aportación deficiente de nutrientes.
A lo anterior se suma, que las personas con diabetes generalmente por causa de la hiperglucemia no absorben adecuadamente los nutrientes de los alimentos y además está demostrado que pierden vitaminas y minerales por la orina, lo que se traduce en estados carenciales que favorece el incremento de enfermedades de toda índole, señala la Dra. Luz María Arrieta especialista en el tratamiento de la Obesidad y la Diabetes.
La deficiencia nutricional afecta a cualquier ser humano, pero en el paciente diabético le genera más alteraciones metabólicas que, con el tiempo, favorecen el daño en tejidos, arterias, venas y órganos vitales.
El daño tiene su origen en la producción excesiva de radicales libres, que provienen del medio ambiente contaminado y un estilo de vida estresante, causando un estrés oxidativo que no puede ser contrarrestado por los sistemas antioxidantes de defensa de vitaminas y minerales.
Afortunadamente, dicho daño se puede prevenir y/o disminuir con la administración de dosis adecuadas de antioxidantes exógenos como vitaminas y minerales que contribuyen a reducir el daño por el estrés oxidativo, son antioxidantes las Vitaminas A, C E, además de Selenio y Zinc.
Para dar una opción adecuada y ofrecer protección al organismo de los diabéticos, Ifa Celtics desarrolló el complemento nutricional Areta®, diseñado para satisfacer las necesidades del paciente diabético y pre-diabético. Gracias a su contenido de potentes antioxidantes como Cromo, Biotina, vitaminas A, C y E, Ácido Fólico y Complejo B, que contribuyen a mejorar la función del metabolismo y la sensibilidad a la insulina, además de favorecer la neurotransmisión y la protección cardiovascular, por lo que ayuda a que el paciente con diabetes, aunado a dieta, ejercicio y su tratamiento farmacológico, tenga una mejor calidad de vida.
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