El Hospital General de Zona No. 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Coahuila, atendió durante el 2010, a 800 pacientes con pie diabético, de los cuales sólo se realizaron cinco amputaciones mayores (de la rodilla para abajo). De esta forma el IMSS da cuenta de los esfuerzos y resultados por preservar la salud integral de sus derechohabientes.
Raúl Castillo Vargas, especialista en cirugía y titular del módulo de atención especializada a pacientes con pie diabético del HGZ No. 2, explica que éste servicio comenzó a operar el 14 de agosto de 2008, con el objetivo abatir el número de amputaciones y otorgar un manejo estricto, bajo un sólo criterio, a quienes padecen esta enfermedad.
El pie diabético es una de las complicaciones más temidas por los pacientes, ante el riesgo de amputaciones que limitan de por vida al paciente y lo llevan a depender de la familia.
Se estima que hasta un 70 por ciento de las amputaciones de extremidades inferiores en el mundo se relacionan con la diabetes y hasta el 85 por ciento de éstas se pueden prevenir.
El cirujano explica que ésta patología representaba un promedio de 4 millones de pesos anuales por concepto de estancia hospitalaria, únicamente en el HGZ No. 2. Hasta hace dos años era la segunda causa de internamiento, después de los problemas de vesícula y el primer motivo de estancia prolongada.
Ahora, logros son evidentes y no solamente representan un beneficio para los pacientes que resuelven su problema de salud, sino que además ha significado importantes ahorros al Seguro Social, al disminuir la estancia hospitalaria y las pensiones por esta causa, toda vez que se está logrando el objetivo que es recuperar plenamente al paciente, y en la medida de lo posible reintegrarlo a la vida productiva, pues una amputación desencadena un grave problema depresivo que incide en el estado de salud de la persona y afecta también a su núcleo familiar.
A decir del médico, una parte muy importante en la curación del pie diabético es la corresponsabilidad y el apoyo familiar, ya que en algunos casos los pacientes deben acudir todos los días a curación, hasta por períodos de dos meses a tres meses, y posteriormente las citas se van alargando primero cada tercer día y luego cada semana.
Como medidas de prevención a esta enfermedad, el especialista señala que los pacientes que padecen diabetes, además de controlar adecuadamente sus niveles de glucosa en sangre, deben revisar cotidianamente sus pies para detectar heridas o lesiones y evitar -extremando las medidas de higiene-, el ingreso de bacterias que producen infecciones y que de no atenderse puede desencadenar el “pie diabético” y llevar a la amputación total o parcial de la extremidad.
La revisión de los pies debe hacerse después del baño diario y por la noche, antes de acostarse a dormir. Hay que evitar llagas o cualquier tipo de lesión, procurar que las uñas estén bien recortadas y que no se entierren en los dedos, usar calzado amplio para prevenir heridas, buscar ampollas, raspaduras, enrojecimientos o hinchazón en los dedos y entre estos, además se recomienda usar un espejo de mano para observar y revisar bien la planta.
Recomendó lavarse los pies todos los días con un jabón suave y agua tibia; secarse cuidadosamente, especialmente entre los dedos; ponerse crema donde se tenga resequedad en la piel y en las plantas de los pies, y acudir al médico si se tiene algún signo de infección como hinchazón, enrojecimiento, drenaje de líquido, fiebre o escalofríos.
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