Sobrepeso, obesidad y una vida sin actividad física son los principales responsables de que en México existan más de 10.6 millones de pacientesdiabéticos y que para 2030 se prevea que la cifra supere los 16.4 millones de enfermos, de los que sólo 50% es diagnosticado y, de ellos, 21% logra controlar el padecimiento.
El resto, por desgracia, sufre complicaciones como ceguera o daños en ojos, riñones, nervios y principales vasos sanguíneos, amputación o muerte, alertan autoridades sanitarias.
Este problema de salud a nivel mundial encendió las luces rojas de todos los sistemas sanitarios, pues se estima que más de 371 millones de personas sufren este mal y la Federación Internacional de la Diabetes calcula que dentro de 15 años más de 556 millones de personas presentarán este padecimiento.
La diabetes se define como una falla del páncreas para producir suficiente insulina para mantener bajo control la glucosa en la sangre.
La diabetes tipo I se diagnostica en niños, adolescentes o adultos jóvenes; la de tipo II está relacionada con el sobrepeso u obesidad en personas que superan los 45 años.
En México la mortalidad por esta enfermedad muestra un crecimiento sostenido durante las últimas décadas y en 2010 fue causa de 82 mil 964 defunciones, lo que la ubica como la tercera causa de muerte en el país, según el Sistema Nacional de Información en Salud.
Prevención oportuna
Durante el Primer Foro de Diabetes de la Ciudad de México, la secretaria de Salud, Mercedes Juan López, advirtió que en los últimos doce años en el país se duplicó el número de diabéticos: “En la Encuesta Nacional de Salud 2012 la prevalencia en adultos mayores de 20 años es de 9.2%; esto es, dos puntos porcentuales por arriba de lo que habíamos encontrado en 2006, que era de 7.1%, y en 2000, de 4.6%. Quiere decir que en doce años hemos duplicado la prevalencia de la diabetes”, señaló.
En el evento realizado en el Palacio de la Antigua Escuela de Medicina la funcionaria resaltó que la diabetes, junto con obesidad e hipertensión arterial, es considerada “una verdadera emergencia de salud pública, que tiene que enfrentar el Sistema Nacional de Salud”, por lo que deben implementarse acciones para realizar un diagnóstico temprano y evitar complicaciones.
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